martes, 3 de septiembre de 2013

LA EDUCACION EMPIEZA POR CASA

 
 
 
 
EDUCA A TU HIJO EN CASA PARA QUE ASI TENGA MEJORES RELACIONES INTERPERSONALES Y UNA BUENA ACTITUD ANTE EL ESTUDIO
 
 
 
 
 


LA EDUCACION EMPIEZA POR CASA

MENSAJES PARA LOS PADRES

 
 
 
 
 
MENSAJE DE LA UNICEF PARA LOS PADRES
 

 

EL ROL DEL PADRE


Ser papá hoy no es fácil. En los últimos años se han visto cambios en el rol del padre.
La revolución femenina ha traído consigo mujeres fuertes que continúan siendo las figuras centrales en la crianza.
A pesar de esto los padres jóvenes están haciendo más presencia y compartiendo las responsabilidades de la crianza. Hay una exigencia clara hacia los hombres a que sean mejores padres.
Anteriormente el papá era más ausente y esto se toleraba con facilidad. Hoy sabemos que el papá es tan importante como la mamá. Es una figura que imparte disciplina, pone orden y da seguridad a sus hijos.
Hay una protección especial que la da solo el papá. Como decía un niño de 8 años: “Cuando mi papá está en la casa duermo más tranquilo”. Los hijos para crecer armoniosamente necesitan también de la aprobación del padre. Las niñas necesitan ese amor aprobatorio del padre para luego sentirse seguras y atractivas como mujeres. El hijo varón necesita un papá que sea su héroe, su personaje especial, al que después tratarán de imitar.
Papá es importante y hoy, más que nunca, es necesario tener estas dos figuras tan diferentes que nos guían en nuestros roles futuros.
Papá y mamá deben compartir funciones alrededor de los hijos. Por ejemplo, papá podría encargarse con todo lo que tenga que ver con deportes y dinero y mamá con la ropa, comida, permisos.
Lo que sí es claro es que papá no debe competir con mamá y mamá debe abrirle un espacio a papá. Cada uno tiene un rol protagónico en la vida de los hijos.
Pese a esto aún hay ausencia de la figura paterna.
Esta es una mala tradición que ha dejado hijos con carencias importantes y sin modelos positivos que emular. Desafortunadamente las estadísticas muestran que el 75 por ciento de los delincuentes jóvenes crecieron sin padre porque éste decidió evadir su responsabilidad.
La exigencia y la necesidad de papá va en aumento y ojalá nuestros hombres se fortalezcan y le cumplan de manera cabal a esta generación de hijos.
 
 
 
 
 
 
CARTA PARA MIS PADRES
 
 
 
 
Estás acá porque te intereso, porque sentís que soy muy importante para vos, y eso me hace la persona más feliz del mundo.
Entonces quiero aprovechar para decirte un montón de cosas que tengo dendro mío y que quiero compartir.
Hay cosas que muchas veces no te pido, porque no sé cómo hacerlo; otras veces sé como decirlas, pero no estás a mi lado para escucharme.
De vez en cuando estamos juntos, tengo esas palabras, pero siento que no me estás atendiendo, que no tenés tiempo o que no me entendés.
Por eso hoy te escribo desde el corazón.
Para que sepas lo que me gusta, para que comprendas qué necesito, y que descubras con qué poquito me conformo, y cuánto te necesito.
No sientas culpa, no es una demanda.
Tampoco es una receta para ser mejores padres… como las que salen en las revistas.
Porque sé perféctamente que los padres perfectos no existen.
Tomalo como un simple consejo que nos permita compartir lo bueno de la vida.
Entonces, papi, mami, comprendé que estoy creciendo, que es doloroso dejar de ser tu chiquita.
Marcame los límites necesarios teniendo en cuenta que debo hacer mi propia experiencia probando nuevas cosas.
Poneme esos límites desde el amor y no desde la rigidez.
Yo te voy a agradecer todos tus retos, porque se que me ayudan en el camino de la maduración.
Otra cosa… necesito que cada momento que compartamos juntos sea mas intenso.
Acordate, que los días que nos toca vivir debemos priorizar la calidad ante la cantidad.
Compartí tus intereses conmigo, pero no te olvides de lo que me interesa a mí.
No sientas como una carga nuestra relación, disfrutala a fondo.
No te pongas a mi altura, date cuenta que tenemos diferentes edades.
Acordate que te necesito como papá, y no como amigo.
Y lo último… aunque ya haya crecido, cuando llegues a casa y me veas, abrazame fuerte fuerte, como cuando era más chiquito, y decime cuánto me amás y cuánto me necesitas… no sientas vergüenza.
Yo te lo voy a agradecer, siendo tal como siempre soñaste, el mejor hijo del mundo; te regalará el mismo cariño que me das día a día.
Te re… quiero.