jueves, 26 de diciembre de 2013

LIZ MURRAY, LA MENDIGA QUE SE GRADUO EN HARVARD






ME SENTI CON LA NECESIDAD DE COMPARTIR ESTE DOCUMENTO Y PELICULA CON USTEDES ESPERO LO DISFRUTEN

DORA LUZ RAMIREZ EVANS.


 Liz Murray, la mendiga que se graduó en Harvard

«Me llamo Liz Murray y he nacido en Bronx, concretamente en el año 1981. Toda mi vida la he dedicado a cuidar a mis padres y hermanos por lo que no he tenido muy buena enseñanza, pero he conseguido sacarme el instituto en tan solo dos años. Me gustaría estudiar en esta universidad porque así me podré sacar una carrera y tener un trabajo digno».  

Estas fueron las palabras que la joven Liz redactó para ser admitida en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard. Son unas líneas que le han costado sangre. Cada letra arrastra una historia de sufrimiento y de lucha: una historia que ella misma ha compartido, años más tarde, en su autobiografía titulada “Breaking Night”, en donde cuenta su paso de ser una niña de la calle a convertirse en una conferenciante de éxito.

Ya desde el inicio, su camino comenzó cuesta arriba. Sus padres, dos hippies sumergidos en el mundo de la droga de los años setentas, nunca consiguieron salir adelante de su adicción. Llegaban incluso a robarle a su hija el dinero de su cumpleaños o un pavo que una iglesia les había regalado para poder comer, con tal de conseguir droga.
«Aprendí desde los cuatro años que mamá y papá tenían extraños hábitos de los que no me informaban», dice Liz, que transcurrió su primera infancia en las calles del Bronx. 
Una niñez casi carente de estudios. Porque, ¿cómo integrarse en una escuela si estás llena de piojos y hueles a orina? Y tampoco el sustento diario era fácil: «Comíamos cubitos de hielo o repartíamos un tubo de pasta de dientes para cenar».
 
Liz con su madre
No obstante, su madre siempre le repetía, una y otra vez, que vendrían tiempos mejores. Unos tiempos que parecían lejanos para todos. Para su madre que, enferma de sida, murió cuando Liz contaba con dieciseis años. Para su padre que, incapaz de afrontar la situación económica y familiar, se trasladó a un refugio para los sin techo. Para su hermana, que sólo pudo salir adelante agenciándose el sofá de un amigo en su casa. Y, por supuesto, tampoco llegaron para Liz, que se quedó en la calle contando con los bancos de los parques y los vagones del metro como hogar. 

«Me convertí en una de esas personas a las que nadie se quiere acercar cuando la ves por la calle», cuenta.
Liz con su padre, tras su graduación
¿Tiempos mejores? Sí, llegarían. Pero fue Liz la que decidió que deberían llegar. Con diecisiete años decidió volver a las aulas de clase y, en sólo dos años, sacó todo el instituto, gracias a un alma caritativa que decidió darle clases nocturnas. Y fue ese mismo ángel de la guarda el que la llevó de visita, junto con otros estudiantes, a la Universidad de Harvard.

Fue ver el edificio universitario y quedarse Liz enamorada desde el primer momento. ¡Tenía que estudiar ahí! ¿Cómo lo haría? No lo sabía, pero estaba dispuesta a cualquier cosa.
 
Y así fue como se enteró de que el New York Times daba becas a los buenos estudiantes. No lo pensó dos veces: la consiguió. Entró en la Universidad y en junio de 2009 se graduó en Psicología, profesión que ejerce compaginándola con las conferencias que da por todo el mundo a jóvenes y ejecutivos sobre motivación personal.
 
 
Ciertamente, la experiencia de Liz (ya hecha también película) es un caso extremo. Pero también es verdad que puede mostrarnos que, sin importar lo que pase, siempre puede uno mejorar su situación personal. En una entrevista concedida al diario español ABC, Liz lo resumía así: «Intento transmitir que no importa lo que te haya pasado antes en tu vida, siempre puedes hacer algo para avanzar. Siempre se puede tomar una decisión, una decisión que cambie las cosas».


 
Película dramática basada en una historia real, Liz Murray, la hija de una familia muy disfuncional. Cuyo padre es adicto y su madre infectada con VIH, Liz pasa sus primeros años del apartamento miserable a la vivienda pública y viceversa. A los 15, abandona su casa y sale a la calle. Sólo después de la muerte de su madre hace Liz desarrollar la determinación de mejorar su suerte en la vida. Prácticamente pidiendo su camino de regreso a la escuela secundaria, se convierte en un estudiante excelente, y a los 19, con la financiación de una beca y un trabajo a tiempo parcial con la New York Public Interest Group, "perdedor nato" Liz entra en la Universidad de Harvard.

La emotiva historia de superación de Liz Murray, una niña sin techo que consiguió graduarse en Harvard

La joven cuenta en un libro cómo consiguió superar la pobreza y el peso de unos padres drogadictos, y se hizo a sí misma llegando a lo más alto

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Liz Murray, junto a su padre, con quien guarda relación a pesar del complicado pasado que vivieron juntos.
 
Se suele decir que los niños vienen con un pan bajo el brazo. Este no es el caso de Liz Murray, una joven estadounidense que nació en el barrio neoyorkino del Bronx, y que en lugar de hogaza tendría ante sí una larga lista de obstáculos que superar. Hoy, a sus 29 años, Liz recorre el mundo presentando su historia, un libro titulado “Breaking Night: A Memoir of Forgiveness, Survival, and My Journey from Homeless to Harvard”, que se ha convertido en un auténtico bestseller, y puede presumir de haber llegado a lo más alto a base de esfuerzo y tenacidad. 

Los padres de Liz eran dos hippies que cayeron en la efervescencia de las drogas en los 70, y nunca supieron ocuparse de ella, ni de su hermana. 

Recuerda, desde bien pequeña, cómo sus padres consumían cocaína y heroína, mientras ella y su hermana se morían de hambre. En su casa no había dinero ni comida, y la imaginación era el único recurso que tenía para alimentarse: “Comíamos cubos de hielo porque nos llenaban. También compartíamos un tubo de pasta de dientes para cenar”, cuenta la joven. Tuvo que abandonar el colegio para ayudar a su madre, enferma de sida, pero Liz no lo recuerda con rencor. De todas formas, ella, “sucia y con piojos”, tampoco encajaba con los demás chicos de su edad. 

Cuando Liz tenía 15 años, su madre falleció y lo peor llegó después. Su padre, incapaz de hacer frente al alquiler de la casa, se marchó a un hogar para los sin techo y su hermana se quedó en casa de un amigo. Y así, sin hogar ni dinero, se vio viviendo en la calle, durmiendo en parques y en el metro. 

En este punto, la historia de Liz no tenía buenas perspectivas. Sin embargo, a los 17 años sacó fuerzas de donde pudo y regresó a las aulas. Mientras estudiaba en el instituto, fue de excursión a Harvard y allí lo vio claro: lucharía por su futuro. Consiguió una beca del New York Times para nuevos estudiantes y accedió a una de las universidades más elitistas del mundo. 

Liz quiere ayudar a otros jóvenes en situaciones desfavorables, recordándoles que cualquiera puede conseguir su sueño, si se lo propone. La joven no se avergüenza de su pasado y se describe a sí misma con la siguiente frase: “Mis padres eran drogadictos desesperados. Yo soy licenciada en Harvard”. Su historia le ha llevado a conocer a importantes personalidades, desde Oprah Winfrey a Bill Clinton, Gorbachov o el Dalai Lama. 

A pesar de todo, Liz recuerda cuánto amor se tenían. Asegura que eran inteligentes, pero que las drogas les estropearon el futuro. Recuerda que su madre le robaba sus pagas de cumpleaños para conseguir cocaína. Pero también recuerda la mejor frase que le dio su madre: “Algún día llegarán tiempos mejores”. Por fin, para Liz, han llegado.  
                                        








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MENSAJES DE AÑO NUEVO







 
MENSAJES DE AÑO NUEVO



“Este año cometí muchos errores, aprendí a ganar y perder, aprendí muchas cosas que estoy segura me ayudarán a que este año nuevo sea muchísimo mejor. Feliz año nuevo”


“Espero que este año sea un año interesante y emocionante, porque recuerden que la vida es mejor cuando se nos presentan obstáculos que logramos superar. Feliz año nuevo”
 

 “Hoy comenzamos un nuevo año y espero que todos mis amigos cumplan sus sueños. Este año nuevo es como escribir un libro nuevo, depende de nuestras decisiones, nuestros aciertos y desaciertos. Que sea un feliz año para todos”


“Si este año te equivocaste alégrate porque el próximo año no cometerás los mismos errores. Que pases un feliz año nuevo”


“Pónganle muchas ganas a este nuevo año porque solo así sus deseos se haran realidad. Que este año sea el mejor de todos. Feliz año nuevo”


 “Lamento mucho no haber sido un buen amigo este año, por eso antes que se termine este año quiero saludarte y desearte un feliz año nuevo. Te quiero y te promete que este año seré el mejor amigo del mundo”


:: “Que el año que viene sea un año de éxitos y alegrías. Que la duda nunca te asalte cuando se trate de luchar por tus objetivos. Feliz año nuevo”


“Que tengas todo nuevo este año, menos tus amigos porque te extrañaríamos demasiado. Que pases un año nuevo super divertido”


“Mi deseo para todos mis amigos es que este año lo vivan como si fuera el último año de su vida. Arriesguense si quieren cumplir sus sueños y sean inmensamente felices cada día. Feliz año nuevo”



. DORA LUZ RAMIREZ EVANS.

LA VERDADERA NAVIDAD






LA VERDADERA NAVIDAD








Se nos dice que la Navidad es una “época de alegría” y un “momento de gozo”.
Pero, en tanto la Navidad se acerca, ¿no experimentas a veces cosas muy lejos de alegría y gozo? ¿Te encuentras hundido y tus días llenos de cosas por hacer? ¿Estas cansado después de un largo año y los numerosos problemas y dificultades que aparecen en tu camino? ¿Te parece que la Navidad es una presión más y una demanda más de tu tiempo. Deténte por un minuto. Es posible que pienses que no tienes tiempo para detenerte, pero debieras hacerlo. Deseo ayudarte a experimentar la calma y la paz esta Navidad.
 En vez de esperar a sobrevivir las fiestas, quiero mostrarte que realmente gozarás este momento! Significará sin embargo un intercambio. Tu tendrás que abandonar algo en tu ocupada vida para que puedas hacer espacio para algo mejor.
Tu puedes mirar a cada Navidad como que necesita ser mas grande y mejor que la anterior, y ansiosamente ocuparás cada momento haciendo preparativos para esa meta. Pero a veces menos es más. ¿Te has detenido a pensar respecto a que si todo este correr es necesario? ¿Te está haciendo a tí y a tus amados más feliz esta Navidad? 
¿O estás dejando fuera las cosas verdaderamente importantes en la vida para así seleccionar los regalos perfectos, arreglar las decoraciones impecablemente, y reunir los mas suntuosos ingredientes para la cena de Navidad? Mientras menos desesperado estés en crear la Navidad “perfecta”, más tiempo encontrarás para gozarla. Mientras menos estresado y presionado estés, más felicidad y alegría llenará los momentos que tu y tus amados tendrán juntos.
 La Navidad se goza mejor cuando no está centrada en las decoraciones, regalos, o festividades, sino cuando el amor es el centro.
 El amor es la esencia de la Navidad.
 La Navidad debiera significar ocupar tiempo precioso con tu familia y amigos.
 Tiene que ver con acariciar y celebrar el amor que compartes.
 Tristemente, el amor puede perderse antre el movimiento y el bullicio.
 A veces está tapado por las decoraciones y regalos, las compras sin fin, y la cena de Navidad y su contenido.
 La Navidad es época de fiesta, pero tiene que ver con mucho más que eso.
 La Navidad es Mi cumpleaños.
 Es época de celebrar el mas grande regalo dado a la humanidad. ¿Puedes tomar un momento para Mi ahora, en honor de Mi cumpleaños? ¿Puedes gastar un minuto para dejar que te diga cuanto Te amo?? ¿Puedes parar para agradecerme por Mi amor, y reflexionar cómo puedes esparcir más amor por el mundo? Fue el amor por tí que Me trajo a la Tierra hace más de 2000 años. Fue el amor el que Me dió ímpetu para caminar por tu mundo y ser uno de los tuyos, para vivir y morir por tí.
El amor fue, y aún es, el centro de Mi existencia. Todo lo que he hecho ha sido por amor a tí personalmente, y por amor a la humanidad como un todo. Tu significas mucho para Mi! En esta Navidad, toma tiempo para amar..
 Si lo haces, estarás dándome un maravilloso regalo, y Me será posible darte especiales regalos este año. ...Jesús. Las festivas decoraciones, los deliciosos alimentos, los muchos regalos, caerán en el olvido la mayor parte de ellos, perdidos entre los recuerdos de muchas Navidades; pero el amor que habrás compartido y alimentado vivirán por siempre. Si tu aún no has experimentado el hermoso amor de Jesús, el corazón y el alma de la Navidad, puedes hacerlo ahora.
 Todo lo que necesitas es invitarle a entrar en tu corazón y vida....ORACION:- Jesús, te agradezco por el amor que me has mostrado al venir a la Tierra, al vivir y morir por mí. Quiero celebrar esta Navidad contigo.
 Deseo conocerte, recibir Tu amor y Tu regalo de la vida eterna.
 Por favor toca mi vida con el amor que Tu tienes para ofrecer, y ayúdame a compartir ese amor con otros también...

FELIZ NAVIDAD A TODO EL MUNDO ..ESPECIAL A MIS COMPAÑERAS, COMPAÑEROS, DIRECTIVAS Y TODO EL PERSONAL DE LA INSTITUCION EDUCATIVA DIEGO ECHAVARRIA MISAS.

DORA LUZ RAMIREZ EVANS